martes, 23 de abril de 2024

PERÚ. TIEMPOS DE FRONDA

                                                                          -0-
PERÚ. TIEMPOS DE FRONDA
De modo general se sabe que por “tiempos de fronda”, se alude a un periodo convulso en la historia de Francia en años aciagos, en tiempos en los que imperaba la voluntad de Ana de Austria encaramada en Versailles cuando Luis XIV aún era niño. Para nosotros, la expresión tiene otro carácter.
Aquí, ella luce de otro modo porque se refiere a contrastes y derrotas, a retrocesos y repliegues, en los que asoman nuevamente diferencias en el campo popular; y la derecha bate palmas, azuzando a unos contra otros. Vale entonces evocar a Mariátegui hoy que se cumplen 94 años de su encuentro con la historia. El 16 de abril de 1930, cuando el régimen de Leguía vivía sus últimos estertores, se apagó la vida del Amauta, quien fuera considerado por Henri Barbusse “la nueva luz de América”.
Mucho se ha escrito acerca de él, de su vida y de su obra. Y mucho más habrá de escribirse más adelante. Y es que su legado constituye cantera inagotable no sólo para sus seguidores, sino también para todos los que honradamente buscan conocer la naturaleza de los problemas que agobian al Perú y América en estos años de prolongada crisis de descomposición del sistema de dominación imperante.
Corresponde a unos y otros precisar el sentido esencial de su mensaje, aquel que nos legara en uno de los periodos más convulsos de la historia nacional, cuando el Perú transitaba del viejo orden semifeudal y semicolonial hacia otro más moderno: a una incipiente y aún poco desarrollada sociedad capitalista.
Que la vida y la obra de José Carlos despierta creciente interés entre nosotros, se acredita con las publicaciones recientes. En los últimos meses han salido a luz tres libros de innegable importancia. Ellos constituyen testimonio vivo del interés que despierta su mensaje creador y revolucionario.
“Por la creación heroica”, se titula un dossier de imágenes y artículos sistematizados y compilados por Lucho Garate Sánchez, director de “Comunicambio” y laborioso periodista que integra una nueva generación de mariateguistas. Allí se abordan las múltiples facetas del Amauta: político, pensador, periodista, escritor, ensayista, hombre de cultura; y se perfila su pensamiento en temas muy variados que van desde su mensaje a los trabajadores, hasta las tareas de la juventud y el papel de las mujeres. El material está acompañado por numerosas y bellas fotografías a color que engalanan una edición que no tiene precedente en la vida nacional.
“Sembrador de ideas” es una edición hecha en España por José Octavio Toledo-Alcalde, un peruano radicado en la Península Ibérica con amplios antecedentes intelectuales. En el libro, al que acompañan más de 60 fotos de una sugerente galería, se recoge un prolijo estudio referido al Amauta y su visión de los asuntos de género tema que, en lo fundamental, ha sido omitido por estudiosos e historiadores, En verdad, sólo María Wiesse, Angela Ramos, Sara Beatriz Guardia y Eloísa Arroyo y mas recientemente Aida García Naranjo, abordaron las concepciones de Mariátegui referidas al mundo femenino. Para los hombres, éste fue una suerte de “tabú”. Toledo lo asume plenamente.
“Mariátegui y Gamaliel Churata en el siglo XX”. Un trabajo referido a su correspondencia, literatura y militancia, resultan abordadas por José Luis Ayala, el poeta y prolífico escritor puneño, uno de los más asiduos estudios del Amauta. La edición -hecha por la Universidad Nacional del Alltiplano- recoge sobre todo la correspondencia sostenida entre estas dos vigorosas personalidades peruanas del siglo XX y va acompañada por 28 fotografías de la época. Refleja el interés vivo que el autor de los “7 Ensayos…” tuvo por el dominio del sur andino.
Como se puede apreciar, hay siempre un mundo de elementos que ayudan a solventar el legado del Amauta. Es indispensable ocuparse de ellos, en lugar de pergeñar dificultosos devaneos tratando de “acomodar” las concepciones de Mariátegui a nuestras propias ideas o convicciones personales.
Se trata de juzgar al Amauta por lo que fue en vida y no inventar escenarios inexistentes. José Carlos Mariátegui fue un comunista clásico que respaldó sin reparos a la Revolución Rusa del año 17, que admiró sin reservas al Partido Bolchevique y a sus hombres, que mostró casi devoción por Lenin y por su legado histórico. Nadie podrá mostrar jamás un sólo texto en el que se refleje duda, suspicacia, recelo o rechazo de Mariátegui respecto a Moscú o a su mensaje. Suponer que fue crítico de Stalin o seguidor incondicional de Trotski, es tan absurdo como creer que fue maoísta, adversario de Hugo Chávez o enemigo del “foquismo”. Absolutamente nada podría acreditarlo. En todos estos casos, se trata de personas o fenómenos que asomaron en otro momento, vivieron en otros tiempos y épocas. A ellos, el Amauta no los llegaría a conocer, ni a evaluar.
Estos tiempos, en los que se pone otra vez de moda juzgar a las personas por lo que alguna vez dijeron, o por la filiación que se atribuye a sus padres, o por lo que quisiéramos que hubiese dicho alguien, no ayudan al movimiento popular.
Ante ellos hay que levantar banderas de optimismo, de unidad y de lucha, recoger el legado de Mariátegui, y asumirlo como herramienta de victoria.
---------------------
Bruno Portuguez, "José Carlos Mariátegui", óleo sobre lienzo.



sábado, 20 de abril de 2024

LA RUPTURA DE “PATRIA ROJA”

                                                                              -0-

Carlos Bernales 
LA RUPTURA DE “PATRIA ROJA”
Por CABE
Un reciente comunicado del Buró Político del Comité Central del "Partido Comunista del Perú - Patria Roja", da cuenta de la expulsión del más visible fundador y referente de su organización, Rolando Breña Pantoja, y de otros como Eleazar Briceño, Samuel Meza y Bernardo Dolmos Bengoa.
Lo que de inmediato destaca en el comunicado es la excusa con la que se explican esas expulsiones. No se trata de una diferencia de líneas políticas programáticas, divergencias ideológicas o diferencias en la concepción teórica para entender la realidad y para organizar un cambio revolucionario, que es lo que define a una organización marxista que tiene en su base teórica la explicación de la realidad del sistema capitalista, hoy imperante en el mundo, a través del análisis de la lucha de clases tal como propuso, realizó e insistió Marx.
En la explicación que ofrece este Buró, resalta la denuncia del "grupo fraccional", hoy expulsado, respecto al "Reordenamiento partidario que aprueba el IX Congreso y decide llevar a la práctica la II y VII Sesiones Plenarias del Comité Central y montan tienda aparte sin ninguna autocrítica ni respeto a la institucionalidad partidaria".
Vale decir, una diferencia explicada con un sinuoso sentido burocrático que, según algunos compañeros que conocen el interior de la organización, se refiere, por el contrario, a las ingentes "repartijas" de las grandes ganancias económicas que obtiene ese Partido mediante el ejercicio directivo-administrativo corruptos de la empresa financiera conocida como "Derrama Magisterial". Es esta y no otra la razón central que está en la base de tal disputa.
Por mucho que tomen el contexto nacional para hacer derroche de "conocimiento", al no tener este un estudio basado en la lucha de clases y un definido programa de transformación, pues de eso se trata en el marxismo: no solo interpretar el mundo sino transformarlo, la propuesta que proclama este Comunicado es poner "el énfasis en la salida y la alternativa que hay que construir: un gobierno democrático, de regeneración moral, con justicia social y seguridad ciudadana", una frase hueca que podría ser asumida hasta por un partido de derecha y que, en el fondo, apenas revela un saludo, o mejor dicho un despreciable insulto a la bandera.
A continuación, el Comunicado expresa su alegría por la inscripción del PTE, al que no se describe por su nombre completo y que es Partido de los Trabajadores y Emprendedores. Se refiere a la alianza en la que Patria Roja ahora se parapeta para, al contrario de las tesis mariateguistas que rompieron hace casi un siglo con el APRA, incluir en un Partido supuestamente de la clase trabajadora, a la pequeña, mediana y gran burguesía, hoy rotulada como "emprendedora". Está claro que Patria Roja ahora suplanta al Apra como partido pluriclasista y que aquí abunda el apetito de cargos en el aparato del Estado burgués, que se conseguirían en las próximas elecciones que es hacia donde se dirige Patria Roja.
Por la otra parte, el sector de Breña Pantoja no representa ningún lado bueno en esta ruptura. Recientemente entrevistado en Trujillo, donde el exsenador reafirma su íntima amistad con el político millonario y ultracorrupto César Acuña, a quien trata como "mi amigo", al ser preguntado por el entrevistador acerca de su opinión sobre la izquierda, con cara de compungido, Breña responde que a él “le da mucha pena la derecha que antes tuviera valiosos dirigentes y que hoy está representada por maleantes”, de paso también se siente adolorido porque la izquierda haya pensado más en los Partidos que "en el país", sin definir que la categoría país en un enjambre de todas las clases sociales; y luego, al quejarse de la inseguridad ciudadana, no apela a la movilización de las masas, sino que apela al Estado burgués para superar la "catástrofe moral" en la que se encuentra.
Nuevamente, resulta extraño que este reducto, como alguna vez lo fuera PR, de los más fuertes del "marxismo leninismo" inventado por Stalin para lapidar el legado de Lenin y los bolcheviques fundacionales, no describa la crisis del país con la teoría de la lucha de clases tal como enseñó Marx, sino como una lamentable emoción depresiva.
Debe destacarse, una vez más, para alivio de jóvenes militantes que buscan una izquierda transformadora y revolucionaria, que Patria Roja nunca fue esa organización. Por mucho que se dibujara como "mariateguista", no hereda, desde su fundación, ninguna propuesta del Amauta. Su historia está relacionada con el verdadero fundador del “Partido Comunista Peruano”, Eudocio Ravines que, como comisario político de Stalin, obedece los órdenes de Vittorio Codovilla, quien en el Congreso de Buenos Aires de 1929 intenta lapidar las tesis mariateguistas que portaban los delegados peruanos: Julio Portocarrero y Hugo Pesce, en las que, conforme a Mariátegui, sustentaban que la única revolución posible en Perú y en el mundo era la revolución socialista, debido a que el capitalismo se había ya impuesto mundialmente, como potencia imperialista dominante, sometiendo a las economías coloniales y semicoloniales a sus planes basados en la propiedad privada de los medios de producción.
Al fundar el PCP, pese a las negativaas de Mariátegui de cambiar el nombre al Partido que él fundara, es decir del Partido Socialista Peruano, Ravines no solo le cambió tal nombre señalado por el Amauta, sino que liquidó todo el legado político de Mariátegui, adaptándose a la teoría reaccionaria del socialismo en un solo país (la URSS) y el capitalismo para los demás, así mismo a la estrategia contrarrevolucionaria de "la revolución por etapas". Iniciando de esta manera el camino del cangrejo que ha conducido a la crisis a lo que queda de la izquierda peruana desabarrancada en la política del "mal menor"
La carencia del marxismo revolucionario para entenderse a sí mismos, refleja que las dos tendencias, de las que posiblemente, a partir de esta ruptura aparezcan otras, quedan fuera del camino. Las jóvenes generaciones ya no deben poner expectativas en esta pequeña agrupación en descomposición.
Tanto del Comunicado, como de las declaraciones de Breña, resulta irónico que con absoluta falta de realidad, se refieran al repudio que causa el gobierno de Dina Boluarte y el Congreso, los autores de este Comunicado, tanto como el exsenador, parece que aún no se han enterado que Patria Roja hace mucho que es repudiada por jóvenes generaciones que si hoy fueran consultadas, su rechazo a PR sería similar al que genera el Estado que actualmente combaten las y los trabajadores.
Una vez más, la crisis que padece la izquierda también se debe a lo que el Che Guevara exigirá, para el PC Cubano, antes de dejar Cuba para viajar a la inmortalidad: "Acabar con la escolástica y la apologética". Previamente, el Che emplaza a: "Hacer del cuadro del Partido un elemento pensante, no solo de las realidades de nuestro país sino de la teoría marxista, que no es un adorno, sino que es una extraordinaria guía para la acción (los cuadros no conocen a Trosky ni Stalin, pero los califican de «malos» escolásticamente)”.
Superar la escolástica y la apologética, esa es la tarea de nuestro tiempo. Por eso, desde el ala del marxismo revolucionario, hacemos un llamado fraterno a las jóvenes generaciones a separar el trigo de la paja y orientarse al estudio y la práctica, para construir la verdadera organización revolucionaria que fundara Mariátegui y que a su fallecimiento fuera capturada por la contrarrevolución que hoy se saca las caretas.
Joven que estás por la transformación del país: retomemos el camino de la acción militante, práctica, crítica, poniendo en el calor de la lucha de clases toda teoría que signifique la liquidación de la propiedad privada de los grandes medios de producción de nuestro país, que hoy solo puede entenderse como la recuperación de la Pachamama, secuestrada durante la Conquista y que sigue en manos de los usurpadores, cuyas riquezas les dan el poder para sojuzgarnos.
Recuperar la Pachamama con todas sus riquezas, requiere de organizaciones de masas como las Asambleas Populares, pero también de una vanguardia política con profundos vínculos internacionalistas, constituida por mujeres y hombres, seres humanos sin distinciones de género, que exprese las reivindicaciones históricas de la clase obrera cuyo programa político, al decir de Mariátegui, es el único capaz de lograr la redención de la humanidad.
¡CONSTRUYAMOS EL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
"Ganar la imaginación de las masas para el socialismo"
- José Carlos Mariátegui
May be an image of text that says 'T PCS PC patrie patrienzAp AP ဝန်ဆိ'

MARIATEGUI, DE RETORNO

                                                                             -0-

MARIATEGUI, DE RETORNO
Por Gustavo Espinoza M.
(Ponencia presentada ante Simposio referido al Centenario del retorno del Amauta, organizado por la Casa Mariátegui en Lima. Sustentado el 15 de abril del 2023)
Se ha escrito mucho acerca de lo que se conoce comúnmente como “el periplo europeo” del Amauta es decir, este periodo en el que Mariátegui pudo conocer Francia, Italia, Alemania Hungría y Checoslovaquia, recogiendo experiencias de todo orden, desde episodios de la vida cotidiana, hasta acontecimientos de trascendencia virtualmente histórica.
Es usual admitir que en esos años en los que el joven periodista recorrió parte del viejo continente, estudió cuidadosamente diversos fenómenos: la crisis mundial y la secuela que dejara después de la I Gran Guerra; la trascendencia de la Revolución Rusa de 1917; el proceso de formación de los Partidos Comunistas; el ascenso de la clase obrera y sus luchas, en el escenario internacional; y el surgimiento del fascismo como expresión de la política del capital financiero, intimidado por la Ola Revolucionaria de los años 20. Todos ello, serían el signo de la escena contemporánea, como el mismo la denominara cuando –para presentarla ante los lectores peruanos- publicara un libro con este título, en noviembre de 1925.
Es claro que ese escenario difería significativamente del que encontrara Mariátegui cuando arribó al viejo continente casi cuatro años antes. En 1919 descubrió una Europa desolada. Agobiada por una profunda crisis, con países devastados, ciudades destruidas, hambre generalizado y gruesas columnas de desocupados; la vieja Europa parecía vivir el fin de la civilización cuando en realidad era escenario de los estertores de una sociedad exhausta:
Servais Thissen, en su valioso libro “La aventura del hombre nuevo” señala, aludiendo a ese periodo y su incidencia en la formación cultural e ideológica de nuestro personaje, que: “La estadía europea de Mariátegui fue fundamental en su vida: le permitió comprender la crisis del mundo occidental: le hizo descubrir una nueva manera de analizar los fenómenos sociales y políticos, gracias al marxismo, y también la necesidad de formar parte de gran movimiento revolucionario mundial. Lo más importante para esta labor social y política que iba a emprender José Carlos en el Perú, era haber asimilado la esencia del marxismo”.
EL ASCENSO DEL FASCISMO
Quisiera, en este aporte al evento que realizamos, ocuparme del fascismo, un fenómeno que surgió en Europa Central y que se convirtió en los años 20 y 30 del siglo pasado, en la herramienta de la que se valió el capital financiero para enfrentar a la Clase Obrera y a la experiencia socialista en ese entonces creciente. Y analizar el tema a la luz de las opiniones que nos legara el Amauta en su valiosa obra. Veamos
No esta demás, subrayar, en un inicio, que el fascismo tiene en realidad dos variantes: la versión clásica de la política de Mussolini en la Italia bajo su égida; y la variante alemana liderada por Hitler. Esta última, sin embargo, no fue abordada por el Amauta que partió tres años antes que Hindenburg consagrara al Cabo austriaco como el Jefe de la Alemania Nazi. Obviamente, me referiré a la primera.
Es importante hacerlo ahora no sólo como un recuerdo histórico, habida cuenta que el fascismo en sus dos vertientes, fue liquidado después de la II Gran Guerra; sino porque aún existe como una amenaza real, dado que su esencia retorna hoy al compás de la crisis de descomposición de un sistema que busca desesperadamente perpetuar su dominio global.
Hoy, en efecto, como un ave fénix más bien siniestra y empapada en sangre, retorna el maléfico espectro del fascismo, de la mano del Gran Capital y ocupa un lugar preeminente en algunos países. La victoria de Giorgia Meloni en los comicios italianos del año pasado; la afirmación de VOX, el engendro Ultra Conservador de la España post franquista; la persistencia de Le Pen en los comicios franceses y el viraje ultra derechista de Macrón; el surgimiento de movimientos Neo Nazis, como el Amanecer Dorado, en Grecia; y las victorias electorales de grupo y partidos de la extrema reacción en Suecia, Noruega y en algunos países de Europa Central; y la alianza del gobierno de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea para respaldar al régimen de Zelensky; lo confirman. Todo eso, constituye hoy el núcleo duro del fascismo de nuestro tiempo; y a él, se suman otros movimientos que llegan a nuestro continente. Como en un espejo. podemos mirar la imagen del Perú de nuestros días.
No se puede entender el surgimiento del fascismo sin comprender dos fenómenos paralelos: la ruptura de la cadena de dominación capitalista, ocurrida en Rusia el año 17 y el surgimiento de diversos procesos liberadores ocurridos en distintos países, en lo que se conoce “La ola revolucionaria de los años 20”. Surgió a partir de la caída del Zarismo y la victoria de los Bolcheviques, en la vieja Rusia.
Quizá si la expresión más sostenida de ella, fue la República Húngara de los Consejos, surgida a la caída del Imperio Austro-Húngaro, en 1918 A esa insurgencia se le llamó “La Revolución de los Crisantemos”, y comprendió dos etapas. En una primera, el Conde Karoldy alentó reformas que pusieron en jaque a los grandes terratenientes del Danubio. La segunda, más radical -vale decir, más profunda- fue conducida por los comunistas liderados por Bela Kun.
Pero Hungría no pudo coronar ese proceso. Las fuerzas más reaccionarias se agruparon en un solo frente contra el pueblo y promovieron la primera sublevación fascista de la historia. El régimen del Almirante Horty, aupado en el Poder gracias a la fuerza de las armas, impuso una dictadura brutal orientada a descabezar al movimiento popular y quebrar todas sus posibilidades de resistencia. Más de veinte mil húngaros pagaron con sus vidas el empeño de ser libres.
Pero Hungría no fue el único escenario de una confrontación de ese género. En Bulgaria ocurrió un hecho similar cuando fue derrocado el régimen de la Unión Agraria Popular Búlgara, el Partido de Alexander Stamboliinski –la organización política de los campesinos del pequeño país balcánico- que había impulsado una Reforma Agraria resistida por los grandes terratenientes. Contra el gobierno de la UAPB el 9 de junio 1923 se produjo un cruento golpe fascista encabezado por un militar siniestro -Alexander Tzankov-, que derribó su Poder, y asesinó a su líder.
Mariátegui no fue ajeno a este convulso periodo de la historia en los Balcanes. Ya en el Perú, desde las páginas de “Variedades”, diría que el nuevo gobierno búlgaro: “encarceló a millares de ciudadanos, y sin proceso alguno fusiló a los más señalados por su actividad revolucionaria”.
LA MIRADA DEL AMAUTA
La primera crónica proveniente de Mariátegui y referida al fascismo, se ubica a fines de marzo de 1921. En ella, sostuvo que se trataba de un fenómeno pasajero en la vida italiana. Se aferró a la idea que el origen del fascismo había que encontrarlo en el desenlace de la guerra y en sus consecuencias en el interior de Italia. Pero sostuvo con meridiana claridad que “el capital industrial y agrario financiaron y armaron a las brigadas fascistas”.
Sin desconocer la tragedia húngara y la búlgara, vivida en paralelo, afirmó que si Italia fue el primer país de Europa donde apareció el fascismo con fuerza, eso fue porque allí “la lucha social estaba en un periodo más agudo, porque en Italia la situación revolucionaria era más violenta y decisiva”. De ese modo aseveró que el fenómeno fascista, “constituido por la pequeña burguesía descontenta y unida al capital, se extendió rápidamente al campo”.
Para Mariátegui, el segundo factor que dio origen al fascismo fue el culto a la violencia. La guerra balcánica de 1912. y luego la I Gran Guerra que alcanzó dimensiones más amplias, polarizó a las sociedades europeas, desarrollando sentimientos extremos y rivalidades mayores; que se habían extendido ante la incapacidad del Gran Capital y la clase dominante, por regular la vida italiana.
Apelar a la violencia para “garantizar el orden”, fue la palabra impuesta por una realidad dramática signada por el derrumbe de un sistema de dominación que carecía de imaginación y de alternativas. Nuestro Amauta recordó que Marinetti -precursor de las concepciones fascistas- inducía a las juventudes italianas a transitar la ruta de la violencia, y Giovanni Gentile -como se anota en “La Escena Contemporánea”- hacía “la apología idealista de la cachiporra”.
Un tercer factor, sostiene José Carlos, fue el agravamiento de la lucha de clases. Esta no fue una formulación académica. Fue la constante en una sociedad convulsa. Y se manifestó en forma cotidiana en calles y plazas, en enfrentamientos entre los trabajadores y los dueños del capital. Por encima de ambos, el fascismo decidió jugarse sus propias cartas imponiendo por la fuerza una supuesta “paz social”; en los hechos, una paz de cementerios.
Apalear a los huelguistas se convirtió en una suerte de consigna de las escuadras fascistas en todas las ciudades. La debilidad de los sindicatos, las pugnas entre reformistas y revolucionarios, la división de los trabajadores y la escisión de los socialistas que no acertaron a visualizar una táctica común y acertada para hacer frente a la ofensiva del capital, crearon las condiciones para el éxito de “la marcha sobre Roma”, en octubre de 1922. En palabras duras pero reales, fue la división del pueblo el germen que avivó la semilla del fascismo.
Mariátegui percibió que el fascismo pudo lograr la adhesión de un sector mayoritario de los intelectuales italianos. “Unos se uncieron sin reservas a su carro y a su fortuna -dijo-, otros le dieron un consenso pasivo; otros, los más prudentes, le concedieron una neutralidad benévola”. Confirmando el hecho, sostuvo una tesis que incómoda a algunos: “La inteligencia -dijo- gusta dejarse poseer por la fuerza, sobre todo cuando la fuerza es, como es el caso del fascismo- joven, osada, marcial y aventurera”. Y completó esta idea, con una frase lapidaria: “la inteligencia, es esencialmente oportunista”.
Esta afirmación categórica asoma discutible. Aplicable en todo caso, a ciertos intelectuales obnubilados por el halago, las ediciones editoriales, los reconocimientos formales; en fin, las migajas que suele soltar la clase dominante en su empeño por amaestrar el pensamiento. En contrapartida, hoy existe una intelectualidad vinculada a la lucha democrática y a las inquietudes populares. Tal segmento puede ser percibido a partir de una óptica distinta.
Es claro que los intelectuales, registrando la esencia de la lucha de clases que se registra en la sociedad en la que viven, pueden –y de hecho, eso ocurre- optar por situarse al lado de la clase dominante para vivir dulcemente a su servicio; o colocarse en la vertiente del pueblo para compartir sus angustias, sus luchas y sus esperanzas.
Mariátegui, abordando la esencia del fascismo, insistió en el nacionalismo extremo, que servía para justificar las más vulgares tropelías. “La bandera de la patria -dijo Mariátegui- cubría todos los contrabandos y todos los equívocos doctrinarios y programáticos. Los fascistas se atribuían la representación exclusiva de la italianidad. Ambicionaban el monopolio del patriotismo”.
Pero supo diferenciar el nacionalismo de las grandes potencias, que se liga a la expansión, la conquista de mercados y la opresión de poblaciones más débiles; del nacionalismo en los países en vías de desarrollo, en los que asoma más bien como herramienta de lucha en defensa de los recursos naturales, la soberanía nacional así como los intereses de los pueblos. En tal caso, dijo, ese nacionalismo, “puede ser revolucionario” .
Hay que admitir, sin embargo, que el fascismo creció rápidamente y se extendió con cierta facilidad. Stanley Paine recuerda, en efecto, que en 1925. Giuseppe Bastiani presentó un informe entusiasta al Gran Consejo Fascista señalando que habían surgido grupos con esa denominación en 40 países.
LA BIOLOGÍA DE FASCISMO
Donde Mariátegui hizo un análisis más preciso del régimen fascista fue en La escena contemporánea, en 1925. Su estudio, titulado “Biología del fascismo”, puso en evidencia los elementos más notables que asomaban en el fenómeno naciente. Aludió así a la naturaleza del fascismo, a su manejo de los diversos sectores sociales actuantes en la vida italiana, pero avizoró, con singular clarividencia, la evolución de las contradicciones en el seno mismo de la administración fascista, que pasaron desapercibidas para mucha gente y que hoy, incluso, han quedado relegadas pese a su enorme importancia.
Mariátegui, fue consciente que, en el seno del fascismo, cohabitaban dos fuerzas definidas: una facción extremista, ultraísta; y otra conservadora y moderada. La primera buscaba imponer por la fuerza un Estado fascista integral. La segunda, intentaba apoderarse de los resortes del Estado tradicional y administrarlo con una política fascista. Diferencia aparentemente sutil, pero finalmente decisiva
Esta contradicción en su momento, no fue valorada por los estudiosos del tema. Pero el Amauta, la percibió con singular perspicacia. Como se sabe, estas contradicciones se fueron incubando durante años, y asomaron formalmente al mundo en lo que se conoció como “la larga noche del 43”. En esa circunstancia, el 24 de julio de 1943, el Gran Consejo Fascista reunido en Roma, puso en evidencia la magnitud de su crisis.
Aquella noche altos jerarcas fascistas como Grandi, Bottai Ciano y otros, colocaron a Mussolini en el banquillo de los acusados y le enrostraron la culpa principal en la tragedia italiana. Históricamente, ahí cayó el fascismo. En el fondo, la lucha entre “L’ Idea Nazionale” de Federzoni y la filosofía de la cachiporra de Farrinacci, había concluido con la quiebra del régimen
La Biología del fascismo, sin embargo, aborda el tema desde distintas aristas. Alude a la personalidad de Mussolini, un hombre volitivo, sensual y verboso, pero no un pensador, artífice o creador. Simplemente un extremista de la retórica y de la palabra fácil que sobrevivió en un escenario convulso por su manejo del arte escénico y su voz estentórea, mas no por su inteligencia ni por su lealtad hacia la Patria Italiana, que proclamaba. No en vano, los italianos de la época solían decir: “cuando Mussolini habla, el cerebro descansa”. No les faltaba razón.
También se refiere Mariátegui al rol de la intelectualidad, al papel de la cultura y el arte; pero, sobre todo, a las contradicciones de clase que desgarraban la sociedad italiana y que agudizaban peligrosamente las tensiones sociales. Y, para completar el escenario, alude a la conducta de la Oposición al fascismo, expresada en una variopinta de alternativas que iban desde una oposición formalmente democrática, pero débil ante la embestida del Poder, hasta la consecuente de los Comunistas Italianos, unidos en Livorno en 1921, en un evento en el que confluyeran Jorge Dimitrov, Antonio Gramsci. José Carlos Mariátegui y Palmiro Togliatti.
Para el Amauta, la oposición burguesa, pasiva, al fascismo le permitió ganar puntos desde un inicio, pasando del aislamiento inicial a una contraofensiva victoriosa que le permitió afirmarse en el Poder con cierta facilidad. Y es que los jerarcas del fascismo no se dejaban amedrentar con palabras. Combatirlos, requería acciones que la adormilada Democracia formal, no estaba dispuesta a admitir. Por eso, en 1925, el fascismo celebró el tercer aniversario de la Marcha sobre Roma, con un ánimo exultante y victorioso; quizá con el mismo talante con el que la Meloni celebrara recientemente el centenario de ese mismo oprobioso acontecimiento.
Han pasado en efecto, cien años de ese infausto episodio en el que un aventurero con suerte pudo hacerse del Poder gracias a la complicidad registrada entre una Monarquía en derrota y el solvente empresariado italiano aterrado por la crisis y espantado ante el sólo anuncio de la eventualidad de una Revolución Socialista.
Para Mariátegui, el fascismo revistió características específicas, que fueron en su momento diseñadas tanto por el comunista húngaro Gylu Sas cuanto por la lideresa alemana Clara Zetkin; y que dieran base a lae definición que desarrollara Jorge Dimitrov en el VII Congreso de la IC, en julio de 1935.
No hay que olvidar, por eso mismo, que en los años 30 del siglo pasado en nuestro país, desfilaban por las calles de Lima “Los Camisas Negra” organizados por Luis A. F lores, Raúl Ferrero, Riva Agüero, Rodríguez Pastor, Carlos Miro Quesada, Guillermo Hoyos Osores y otros, gentes con recursos; pero alimentados por Klinge, Oeschle, el Banco Alemán, la Compañía Ítalo-Peruana de Seguros y otras grandes empresas de la época, cuyos descendientes tienen predicamento en nuestro tiempo. Constituyen la esencia de la Clase Dominante que busca perpetuar en el aís regímenes de oprobio e ignominia.
EL RENACIMIENTO DEL FASCISMO
Hoy, como ayer, el fascismo renacentista tiene muy poco que temer de una crítica, liberal, democrática, y aún reformista. Es consciente que puede engullirse a todas y burlarse con escarnio de ellas cuando afirme su victoria. Lo único que realmente puede intimidarlo, es la movilización activa de las masas que no estén bajo su control. Y es que, como lo afirma Michael Moore, el fascismo hoy implica “el fin de los hombres”
Por eso resulta indispensable evocar el pasado y tener conciencia de la historia a fin de impedir que ella sea distorsionada con el propósito de engañar a las nuevas generaciones- En este sentido, debemos recordar, con Jacques Juliard que “Hay algo peor que la ignorancia de la historia. Es el uso desconsiderado de ésta”. De tal recurso se vale la nueva escuela de fascistización que se desarrolla profusamente en algunos países y que permite que levanten cabeza proyectos descalificados por la vida.
Para tener conciencia del peligro que se cierne en nuestro tiempo, se hace necesario mirar el escenario mundial que coloca a los pueblos ante retos extremadamente complejos, signados por la polarización y el odio. Superada la etapa de la denominada “guerra fría”, caracterizada por un enfermizo anticomunismo; hoy se levanta un nuevo periodo en el que reaparecen personajes y escenarios del pasado reencarnados en las expresiones del Gran Capital, cuyo mayor poderío se encuentra hoy en los Estados Unidos de Norteamérica.
Si queremos precisar acontecimientos y fechas, debemos situarnos en la crisis de 1978, que llevó a los expertos del Imperio a hablar de “la década perdida” y a alentar un “proceso de recuperación” por la vía del Neo Liberalismo. Milton Friedman y sus “Chicago Boys” se convirtieron en los principales protagonistas de la economía norteamericana que en el plano de la política perfiló a Ronald Reagan como su principal impulsor. En ese marco, “el consenso de Washington” fue el arquetipo de la dominación impuesta con la complicidad de algunos gobiernos europeos entre los que destacó el de la Primera Ministra Británica Margaret Thatcher. En la última década del siglo pasado y la primera del presente , George Bush padre e hijo, confirmarían ese rumbo.
La fórmula, era simple: cambiar la estructura económica de los Estados, desregular la economía y las relaciones laborales, otorgar la iniciativa empresarial al capital privado e imponer el libre mercado, pasando por la reducción del Estado. Esto implicaba eliminar las empresas públicas y privatizar todo lo que fuera posible, desde recursos naturales hasta empresas productivas. Algunos años más tarde, la caída de la URSS y el colapso del socialismo en Europa del este, le permitieron al Imperio reforzar transitoriamente su dominio y recuperar la iniciativa en el plan mundial. Con la música celestial del discurso de Francis Fukuyama, Estados Unidos proclamó “el fin de la historia” y la victoria final del capitalismo. Surgió así la doctrina del shock, lo que Naomi Klein dio en llamar “el auge del capitalismo del desastre”
Pero ocurre que esto, no ha sucedido. El mundo Unipolar, no se ha impuesto, y ha tomado más bien fuerza, un proceso de reordenamiento internacional que ha debilitado la capacidad operativa de la Casa Blanca. Esto ha llevado al Gran Capital a recomponer su política concreta y diseñar una estrategia a largo plazo: una nueva guerra mundial que le permita encarar la crisis a partir de la fabricación de armamentos, como ocurriera en 1939. La táctica. Resulta simpe: preciar el enemigo principal y debilitarlo golpeando primero a sus aliados potenciales o reales. Eso explica la guerra que hoy libra la OTAN, en connivencia con Estados Unidos y la Unión Europea, en suelo ucraniano. Desangrar a Rusia para debilitar, en la perspectiva, a China. La crisis cíclica del capitalismo volvió a asomar el 2008, y aparece hoy con nuevos vientos de fronda en el sistema financiero de los Estados Unidos el 2023, en condiciones aún más graves para el Imperio.
Pero lo que importa, para los efectos de nuestro trabajo, es constatar, no sin asombro, cómo los rasgos básicos que Mariátegui pergeñara como esencia del fascismo en los años 20, asoman en el fascismo que hoy busca levantar cabeza. Hemos aludido, en efecto, a cuatro elementos básicos del fascismo clásico percibidos por el Amauta: la gran alianza urdida por el capital financiero, el culto a la violencia y la práctica guerrera, el agravamiento de las tensiones mundiales y de la lucha de clases y el nacionalismo extremo. Aleatoriamente, el vínculo con segmentos conservadores de la intelectualidad, cautivados por la procama “democrática” del Imperio.
Ocurre que tenemos ante nuestros ojos los mismos factores de alto riesgo La fusión del capital industrial con el capital financiero y la repotenciación de la agresividad imperial; la desenfrenada carrera armamentista y el culto a la guerra; el odio a los migrantes, a las poblaciones originarias, el racismo y el menosprecio a los pueblos; y el extremo nacionalismo que se suma con el surgimiento de núcleos agresivos incluso en nuestro país. A eso, hay que añadir la utilización de personajes de la cultura, como el Premio Nobel de la Literatura, Mario Vargas Llosa, vergonzosamente uncido a la ultra derecha internacional.
Y en el Perú, tenemos la obligación de señalarlo sin tapujos. Es hora de hablar claramente y en voz alta. El mismo fascismo que señalara Mariátegui en los años veinte del siglo pasado, el mismo que levanta cabeza hoy en diversos países; asoma peligrosamente en nuestra patria al amparo de un régimen impuesto a partir de la violencia, la represión y la muerte; y en el que se dan la mano las fuerzas conservadoras y reaccionarias, con una Mafia que ha envilecido la vida nacional. Callar ante esa realidad, no sólo sería una cobardía. Sería, sobre todo, traicionar alevosamente el legado del Amauta
En este contexto, al evocar al Mariátegui que retornara al Perú en 1923 y reafirmar el compromiso que tenemos con su vida y su obra; reiteramos la voluntad de luchar para vencer a este siniestro enemigo de la humanidad: el fascismo redivivo. (fin)
No photo description available.

Somos el país más rico del mundo. ¿DÓNDE ESTÁ ESA RIQUEZA? En las arcas de los grandes grupos de poder


 

jueves, 18 de abril de 2024

1928- 16 ABRIL-2024

                                                                       -0-

1928- 16 ABRIL-2024

 16 de abril es una fecha muy singular en el escenario político nacional. Recuerda a todos los activistas conscientes, organizados, generación tras generación, la enérgica labor en la lucha por el Camino de Mariátegui para el Resurgimiento del Perú. La lucha intransigente entre la idea nueva, renovadora y las viejas ideas dominantes, domesticadas.

 Pero vayamos a refrescar y actualizar la memoria de aquella insigne fecha en el escenario político y su presente.

  Un 16 de abril de 1928 se produjo el desenmascaramiento ideológico, político del socialismo burgués del Partido-Frente(Apra) y su caudillo, Víctor Raúl Haya de la Torre. A este respecto, a modo de una ilustración panorámica, citare lo señalado en la Presentación del folleto “MARIATEGUI-HAYA”-Materiales de un debate, como parte de “Materiales del Balance del Socialismo Peruano 1918-2001”. Dice lo siguiente: En marzo de 1923 regresó José Carlos Mariátegui (JCM) al Perú “con el propósito de trabajar por la organización de un partido de clase” (Antecedentes y desarrollo de la Acción Clasista, mayo de 1929) Y ya en sus primeras conferencias acerca de la Crisis Mundial y el Proletariado Peruano (junio de 1923) declaró enfáticamente ser “partidario antes que nada del frente único proletario”. Seguidamente se señala que: “En torno a estos dos temas se desarrolló, directa y frontalmente entre 1928 y 1930, el debate Mariátegui-Haya. Luego, se precisa que: El 16 de abril de 1928, JCM presentó su Carta a la Célula Aprista de México y el 16 de abril de 1930 fallecía dejando su trascendental Admonición” No puede haber renovación sino sobre la base de grandes principios. Trabajen mucho”. No hay palabras para designar a tan hondo llamamiento histórico que se transmite de generación en generación y es lo que mantendrá siempre vivo esa energía constructiva del Amauta JCM y nos aleja definitivamente de ese espíritu pasivo, destructivo, doméstico, de la ofrenda floral a lo que está hoy vivo, vigente, que se resume “Mariátegui ha regresado para quedarse definitivamente entre nosotros”.

  Desde entonces a hoy, han pasado 96 años de aquella histórica carta del Amauta a la Célula Aprista de México y 94 años de aquella honda admonición generacional del Amauta JCM. ¿No es acaso hoy un trabajo y deber de nuestro tiempo? ¿puede un activista convicto y confeso, con propósito definido, pensar que este acontecimiento histórico es cosa del pasado? No, por supuesto. El socialismo burgués es una tendencia bien marcada hoy y se presenta en una variedad multicolor en el escenario político nacional con el confusionismo de no saber si es Frente o si es Partido. Esta siempre delante de nuestros ojos a tal punto que se confirma en la lucha concreta del día como la “sombra siniestra” del Socialismo Peruano. ¿Puede un activista serio, organizado, negar la vigencia del punto de vista al respecto, del Amauta JCM? Claro que no. Ya el Amauta JCM señalaba que el método reaccionario, la “demagogia”, es el enemigo más peligroso. En estas tupidas décadas de elecciones van, elecciones vienen, ¿no hemos visto acaso caer a un demagogo del poder del Estado y subir a otro demagogo sobre ese mismo poder del Estado para volver a caer de nuevo, esta vez en la cárcel? A este enemigo peligroso o sombra siniestra, se le conoce ahora como “el menos peor o mal menor”. Entonces, no hay peor ciego que aquel que no quiere ver.

  DOS PROPUESTAS.

  A estas horas lo que el pueblo trabajador peruano tiene por delante es saber el camino por donde conducir la lucha que lo ponga en condiciones de la redención de la Liberación de las fuerzas productivas y el Trabajo Emancipado.

  Al respecto, la reacción estrena su propuesta en más de dos centurias de dominio, por el cotidiano de su trato que tiene con los poderes del Estado que le hace conocedor de su oficio del engaño y barajan al pueblo trabajador como si fuera casino de apuestas.

  Así tenemos a la década del 90 como el tristemente célebre “fujimontesinismo” que inaugura lo que hoy se consume como pan caliente como si se tratara de un programa de desarrollo para el país: La lucha contra el terrorismo, contra el narcoterrorismo, contra la corrupción. Es la bandera y arma del frente común reaccionario y sube su asta hasta en el más alto cerro. Por esta vía, es como la acción reaccionaria abre un dique por donde la lucha del pueblo trabajador peruano se desorienta en la dispersión y división localista.

  La propuesta que surge de la necesidad misma de las masas trabajadoras, es precisamente, un Programa de Acción Común: TRABAJO-EDUCACIÓN-SALUD, con lo que se propone también en los hechos la ejecución de una Conferencia Consultiva Política del pueblo peruano. Acaso, el Trabajo-Educación-Salud, ¿no son la cenicienta del sistema dominante? Al respecto, no nos informa acaso del porqué el Perú es un país Desindustrializado, Desagrarizado-Informalidad laboral. ¿No se ceba en esta condición la miseria y extrema pobreza del 90 % de la población trabajadora del Perú? ¿La raíz de este mal congénito no se debe acaso a su condición de ser un país de capitalismo marginal, dependiente de las transnacionales extranjeras? Estas condiciones no son acaso las que han engendrado ese parasitismo de ese 10% de clase dominante, caduca y corrupta, hoy en crisis terminal como sus mandatarios del capital extranjero. 

   Vemos que el pueblo trabajador tiene por delante dos propuestas: El frente de una minoría parasitaria (10%) y su engaño teatralizado de lucha: “contra la corrupción-narcoterrorismo-terrorismo” un Frente de la mayoría (90%), de las masas trabajadoras dirigida a la acción común de la Liberación de la Fuerzas Productivas y su Programa Mínimo: TRABAJO-EDUCACION-SALUD.

  Juzgue el activista hacia donde orientar su esfuerzo en la lucha hoy. Creo es este modo como mejor vivir el presente en esta fecha, el 16 de abril de 1928 y 1930 y el Amauta José Carlos Mariátegui.

 Aclaración  En Setiembre de 2002, la Editorial Perú Integral editó el tiraje de 1000 ejemplares el folleto MARIÁTEGUI-HAYA, Materiales de un Debate. - Materiales del Balance del Socialismo Peruano 1918-2001. Su contenido son cartas cursadas entre los activistas de aquel entonces como los de la Célula Aprista de México y el Grupo de Lima. La compilación de las cartas como su presentación ordenada cronológicamente lo realizó el activista Ramón García R.

 Héctor Félix Damián

 16.04.24

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

                                                         16 abril 2024

JCM. 93 AÑOS EN LA HISTORIA

                                                                             -0-

JCM. 93 AÑOS EN LA HISTORIA
Por Gustavo Espinoza M.
Diario UNO / Domingo 16 de abril 2023
Un día como hoy, el 16 de abril de 1930, pasó a la inmortalidad José Carlos Mariátegui La Chira, el peruano más valioso del siglo XX y el Primer Marxista de nuestro continente. “El prototipo del nuevo hombre americano” como lo definiera Henri Barbusse en su momento, y una de las personalidades más descollantes.
Pensador, ideólogo, ensayista, político, periodista, combatiente social, fue un hombre universal. En todo caso, el más universal de los peruanos de nuestro tiempo. Para decirlo en palabras de Waldo Frank, “un hombre intacto”
El recuerdo de su partida, coincide esta vez con la celebración de un importante Simposio Internacional convocado por la Casa Museo José Carlos Mariátegui, y orientado a celebrar el centenario de su retorno al Perú luego de su sugerente periplo europeo registrado entre octubre de 1919 y marzo de 1923. Ernesto Romero, Director de la entidad, asumió la tarea y la cumplió con honor.
En el evento, inaugurado el pasado jueves 13, y que tuviera lugar en la Casa que lleva su nombre, distintas personalidades del universo mariateguiano abordaron sugerentes temas referidos a la vida y la obra del Amauta, poniendo especial interés en la asimilación y desarrollo de su pensamiento en esta rica etapa de su vida.
Como es usual, al evocar la trayectoria vital del autor de los “7 Ensayos…” , puede aludirse a tres etapas muy definidas: su proceso de formación, desarrollado desde sus primeros escarceos literarios hasta 1919; su estancia en el viejo continente caracterizada por valiosas experiencias; y sus “años cumbres” –como los denominara Del Prado- registrados desde 1923 hasta su muerte. En ellos, José Carlos concretó el sentido de su vida.
Algunos episodios deben anotarse en su primera etapa. Como se recuerda, en enero de 1918 “asqueado dela política criolla”, Mariátegui se enrumbo resueltamente al socialismo. Percibido por la rancia oligarquía de la época como la expresión de los “bolcheviques peruanos”, nunca rechazó su filiación, aunque se apuntó “más peruano que bolchevique” como una manera de subrayar mirada propia al fenómeno universal que lo llamaba.
Fue en función de esa línea que el joven periodista se sumó a la lucha de los trabajadores y saludó la Jornada de 8 Horas, de enero de 1919; asesoró a organizaciones sindicales y fundó el diario “La Razón”. Afectado en su salud y ciertamente acosado por la clase dominante, debió partir al viejo continente en octubre del 19 con la idea de hacer allí su propia experiencia. Inició de ese modo una nueva etapa, en la que cimentó opciones y perfiló su personalidad, dotándola de altos objetivos humanos.
Diversos fenómenos pudo percibir José Carlos a partir de su arribo allende los mares: la crisis de la dominación capitalista traducida en ciudades destruidas, poblaciones arruinadas, miseria extendida y largas colas de desocupados; en otras palabras, el mundo de Post Guerra.
A la par, el ascenso de los trabajadores alentados por la Revolución Rusa que diera lugar a la tempestuosa Ola Revolucionaria de los años 20, y a expresiones heroicas como la República Húngara de los Consejos, la República Soviética de Baviera, la insurrección de Eslovaquia, y hasta la Revolución Alemana con la inmolación de Carlos Liebknecht y Rosa Luxemburgo.
Unido a ello, el surgimiento de grandes Partidos Comunistas en Europa Occidental, como el francés, después del Congreso de Tours en 1920; y el italiano, luego de Livorno, en enero 1921, certamen que contó con la presencia de Mariátegui.
Unido a este fenómeno, el surgimiento del fascismo, como herramienta para enfrentar la rebelión de los pueblos. El Almirante Horthy, en Hungría; Tzankov, en Bulgaria; Antonescu, en Rumania y Mussolini, en Italia asomaron como los defensores más sórdidos del Gran Capital y la última carta del sistema de dominación vigente.
Para abordar y conocer estos escenarios, Mariátegui estudió fenómenos y experiencias políticas, pero mostró especial interés por los temas de la cultura y el arte.
Se vinculó con personalidades muy destacadas, como Antonio Gramsci, Piero Gobetti, Benedetto Croce, Luigui Pirandello, Máximo Gorki; y con ellos analizó el proceso social, los cambios de la época, el fracaso de la sociedad imperante y las nuevas perspectivas que la historia abrís para pueblos y naciones. Con ellos, asumió que la vida “más que pensamiento, quiere ser acción; esto es, combate”.
Y a combatir vino de retorno, el 17 de marzo de 1923, cuando reivindicó su compromiso con el proceso peruano. Sus libros de entonces -”La escena contemporánea” y los “7 Ensayos”, a más de los que dejara concluidos y que se publicaran después; la revista inigualada revista Amauta, la edición de “Labor”, la fundación de la herramienta política creada en 1928 con el nombre de Partido Socialista, la creación de la CGTP y la formación de otras organizaciones populares; fueron el signo de su valioso aporte aquel que lo consagró –así lo diría Julio Antonio Mella- “como el orientador de un mundo por nacer”.
De Mariátegui podríamos aprender muchísimo, pero valorar sobre todo su lealtad a la causa del socialismo y su consecuencia en la lucha concreta: “Mi visión de la ´época -nos dijo- “no es bastante objetiva, ni bastante anastigmática. No soy un espectador indiferente del drama humano. Soy, por el contrario, un hombre con una filiación y una fe”.
El Amauta, no tuvo una vida tranquila ni apacible. Fue acosado, perseguido y encarcelado. Atacado, vilipendiado y agredido. Pero supo siempre alzarse por encima de la adversidad; consciente que, más allá de las palabras, estaba la acción, aquella que habría de ubicarlo en lo más alto del pensamiento humano. (fin)

All
Like
Comment



lunes, 15 de abril de 2024

POEMAS COMO FUSILES, FUSILES COMO POEMAS, martes 30 de abril en el museo José Carlos Mariátegui, a las 06:30 p.m.

 

POEMAS COMO FUSILES, FUSILES COMO POEMAS ❤️🖤
A doce años de su partida, la Asociación Amigos De Mariátegui y la familia del comandante Tomás Borge invitan a celebrar su vida y su obra, este martes 30 de abril a las 6:30 pm. en el Museo José Carlos Mariátegui, con una conferencia de Gustavo Espinoza Montesinos y Mocha García Naranjo y un recital de poemas y canciones a cargo de Marcela Pérez Silva y Ricardo Villanueva Imafuku.
La entrada es libre, el aforo es limitado.
¡Los esperamos!
-----------
Bruno Portuguez. “Tomás Borge”. Óleo sobre lienzo. 1m x 0.85 cm. Lima, 2022.
Diseño de Lucía Arellano